domingo, 3 de abril de 2011

LA VIDA CAÓTICA DE ESTE MUNDO MALVADO


"En un mundo sumido en el caos político, social y medioambiental, ¿cómo podrá la humanidad sobrevivir otros cien años?", se­ñaló el astrofísico Stephen Hawking en 2006. Y un artículo periodístico dijo: "No hemos erradicado la pobreza ni construido la paz mundial. Al revés, parece que hemos logrado justo lo contrario. No es que no lo hayamos intentado: lo hemos probado todo, desde el comunismo hasta el libre mercado, pasando por la Sociedad de Naciones y las armas nu­cleares como fuerza de disuasión. Y hemos pe­leado tantas veces 'la guerra que acabaría con todas las guerras' que ya nadie cree que sea­mos capaces de eliminar los conflictos béli­cos" (New Statesman).

Estas afirmaciones no nos deben de tomar por sor­presa, pues esta demostrado en toda la historia de la humanidad que el ser humano no esta capacitado para gobernarse por sí mismo. Estamos en un malvado mundo, en el que los seres humanos son esclavos de la maldad y la imperfección, victimas de un siste­ma corrupto de cosas a nivel mundial".
Se creó la Sociedad de Naciones para acabar con el hambre e imponer la paz en el mundo y hemos terminado en una guerra mundial. Luego ha sido reemplazada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el mismo fin y desde que se crearon estas organizaciones nunca en la historia de la humanidad ha habido tantas muertes a consecuencia de las guerras y tanta hambre.
Vivimos en un mundo que tiene demasiados problemas y muy pocas soluciones. Muchos millones de personas son víctimas constantes del hombre. Las drogas arruinan la vida de muchos. Cada vez más familias se desintegran. El incesto y la violencia familiar son noticia corriente. Los humanos envenenan el mismo aire que respiran y el agua que beben. Mientras tanto, el crimen va alcanzando a más y más de nosotros. ¿Habrá solución alguna vez para estos problemas?
Algunas organizaciones tienen por lema (NO A LA GUERRA), pero todo esto sigue siendo inútil mientras muchos países del mundo sigan gobernados por delincuentes, los que los apoyan e incluso en muchos casos por asesinos. La gente de paz no puede vivir en paz ni en prosperidad mientras los delincuentes y los asesinos anden sueltos.
El principal motivo de la  corrupción es la actitud de anteponer los bienes materiales por encima de las personas. La codicia, el materialismo, la obsesión por las riquezas y el deseo de dominar a la humanidad son la raíz de todos los males. Los que así piensan, a lo que para la humanidad es bueno le llaman malo y a lo malo llaman bueno, solo piensan en sus propios placeres.
“Solo se vive una vez; sácale todo el jugo a la vida”. “Gana mucho dinero”. “Compra todo lo que puedas”. Estos y otros slogans son promovidos por el neoliberalismo, las intenciones no son para que la humanidad se beneficie si no para explotarles sacándoles el máximo dinero posible y esclavizarlos a trabajar para pagar sus vicios. En lo del sostenimiento y bienestar familiar no están interesados. No podemos ser imprudentes ni irresponsables sobre todo si tenemos una familia a nuestro cargo. Debemos de dedicar tiempo a estar con la familia y a educar a nuestros hijos enseñándoles a hacer lo bueno para que en la vida les vaya bien.
Muchos cometen el error de creer que la seguridad en la vida depende de tener muchas posesiones, pero ha quedado demostrado en esta y otras crisis económicas que muchos de estos quedaron en pocos días sin bienes y con deudas. Son tan inseguras que nadie puede asegurar el tiempo que le durarán las riquezas.
Lo mejor es tener una actitud equilibrada frente al dinero y a trabajar para cubrir las necesidades materiales de nuestra familia. Tenemos que valorar más las personas que las cosas y compartir con los demás siempre que nos sea posible. La felicidad no se encuentra en el mucho dinero, se encuentra en ser tiernamente compasivos, teniendo una buena relación social y sentirse apreciado por las demás personas.
Mejorar el bienestar de la humanidad siempre es posible, solo falta que todos lo intentemos.