jueves, 3 de febrero de 2011

UN CAMBIO CONDICIONAL PARA LOS PAÍSES AFRICANOS


ÁFRICA NECESITA DEMOCRACIA 

Los países africanos necesitan un cambio condicionado en el cual se establezca una democracia para la paz, el bienestar y el desarrollo de los ciudadanos de estos países.

Sería un grave error abrir las libertades para que en ellos se establezca el ultraliberalismo de las mafias. La democracia no tiene que servir para que las mafias establezcan un gran negocio esclavizando y humillando a las mujeres ejerciendo la prostitución. Tampoco tiene que servir para que abran un gran negocio a base del suministro de drogas y la promoción del alcoholismo.

La libertad es conveniente y un derecho siempre que sirva para mejorar el bienestar de los ciudadanos tanto económico como social y evitar la corrupción.

No debemos de repetir los errores de Irak y Afganistán, pues si el neoliberalismo es malo el ultraliberalismo no es menos malo, si de uno se trata de concentrar las riquezas en el menor número de personas posible aumentando cada vez más el número de pobres y desigualdades sociales, el otro se trata de explotar a las familias induciéndolas a vicios edictos que las destruyen con el fin de sacarles el dinero que tienen para subsistir. Pues es normal que muchos se opongan a que se introduzcan en sus países esta clase de negocios para explotar a las personas lo cual no son productivos, pero que destruyen a las personas y convierten las naciones en repúblicas bananeras.

La democracia se debe de establecer con el fin de que se respeten los derechos humanos, para que los gobernantes sean elegidos democráticamente entre los ciudadanos, para que haya una justicia justa, que las leyes sean justas y obliguen a respetar al prójimo independientemente a la clase social a la que pertenezca, a la protección de los más débiles, a la libertad de expresión dentro de los cauces del respeto a los derechos de las demás personas en general, etc.

Si se hacen bien las cosas se pueden establecer libertades democráticas por largo tiempo, terminar con la pobreza y que los ciudadanos tengan una mejor vida tanto económica como social.

Hilario Blanco Gómez