miércoles, 6 de octubre de 2010

POR UN ESTADO LAICO




EL CRISTIANISMO SI NO ES LAICO NO ES CRISTIANISMO


El fundador del cristianismo que en aquel entonces era conocido públicamente como el Jesús de Nazaret, se dedicó algo más de tres años a enseñar como tenía que comportarse la gente para vivir todos en paz y tener cada vez un mejor bienestar social, esto lo ha hecho con la oposición de los religiosos y los gobernantes que no querían que les hablara así a la gente.

Por dos veces tubo que echar por la fuerza de la casa de Dios como él le llamada, a los mercaderes corruptos.

Los mercaderes corruptos de aquel tiempo se podrían comparar con los ultraneoliberales de los actuales tiempos.

Pero el fundador del cristianismo siempre quiso mantenerse neutral a la política y a los negocios corruptos además de oponerse públicamente y denunciar la forma en como se comportaban con las personas más vulgares y la opresión que recibían por parte de ellos. No es malo tener negocio, ya que él también tubo negocio de carpintería, lo que es malo es el usarlo para defraudar.

 Muchos lo querían hacer rey, pero como no aceptaba, en una ocasión lo quisieron hacer rey a la fuerza, pero para evitar que esto sucediera se escapó al monte. Él sabía que si lo querían hacer rey no era para acabar con la corrupción sino para que les diera de comer. Cuando lo quisieron hacer rey a la fuerza fue inmediatamente después de multiplicar los panes y los peces para darles de comer.

Hoy día sigue sucediendo lo mismo, a los gobernantes se les pide prosperidad económica, cada uno pide a la medida de su conveniencia, pero el mejorar la convivencia social mejorando el comportamiento de las personas entre matrimonios, padres, hijos, demás familiares, vecinos, empleados, patronos, pobres, ricos, etc., esto pasa a un último lugar, por eso les ha dicho que él no reinaba a este mundo, refiriéndose  este mundo de maldad y corrupción. Pero sin embargo ha prometido que gobernaría en un mundo que se cumpliera todo conforme a lo que había enseñado, libre de corrupción y de maldad.

Pero los mercaderes corruptos al ver que el cristianismo crecía cada vez más arrastrando grandes masas ciudadanas, lo veían como una fuente de ingresos para sus negocios y prosperidad personal. Después de la muerte de Jesús los apóstoles estuvieron impidiendo que se introdujeran en la iglesia cristiana o congregación que era el autentico significado en el griego clásico.

Pero a la muerte del último apóstol, se introdujeron en el cristianismo y de forma progresiva, fueron haciéndose con el poder hasta llegar a corromper la organización cristiana. A partir de aquí el cristianismo se ha envuelto en revoluciones internas y guerras. Han hecho concordatos con dictadores sanguinarios, han manchado las páginas de la historia al derramar sangre inocente en cruzadas, guerras “santas” e inquisiciones.
Son frecuentes las noticias sobre eclesiásticos de alto rango que abogan por la intervención en la política, como también lo son los religiosos que ocupan un cargo político. Algunos han tratado de sanear la política. A otros se les admira y recuerda por sus campañas a favor de cuestiones como la igualdad racial y la abolición de la esclavitud.
Sin embargo, a muchos fieles les incomoda que sus ministros tomen partido en asuntos de carácter político."Fueron los mismos feligreses protestantes quienes en ocasiones cuestionaron el activismo de sus pastores", explicaba un artículo de la revista The Christian Century sobre teología política. Muchos creyentes opinan que algo tan sagrado como la religión no debería mezclarse con la política.
Esta situación plantea preguntas de gran interés para quienes desean ver un mundo mejor. ¿Pueden los ministros del cristianismo sanear la política? ¿Será su intervención el modo divino de alcanzar un gobierno y un mundo mejor? ¿Surgió el cristianismo como una alternativa política?

El activismo político en nombre de Cristo
En el libro The Early Church (La Iglesia pri mitiva), el historiador Henry Chadwick señala que la congregación cristiana primitiva se caracterizaba por su "indiferencia hacia el poder en este mundo", refiriéndose a este mundo de corrupción. Se trataba de una "colectividad apolítica, apacible y pacífica".Según la obra Historia del cristianismo, "reinaba una convicción generalmente sostenida por los cristianos, de que ninguno de ellos debería ocupar puestos de poder en el estado. A principios del tercer siglo, Hipólito dijo que la costumbre establecida entre los cristianos, exigía que un magistrado cívico renunciara a su puesto como una condición para poder ingresar como miembro de una iglesia". Poco a poco, no obstante, hombres con ansias de poder tomaron las riendas de numerosas congregaciones y se otorgaron títulos altisonantes. Algunos deseaban ser caudillos políticos y religiosos a la vez. Un inesperado cambio en el seno del gobierno de Roma les brindó a estos clérigos la oportunidad que esperaban.
En el año 312 de nuestra era, el emperador romano Constantino empezó a mirar con buenos ojos el cristianismo nominal. Sorprendentemente, los obispos cedieron con gusto ante el emperador pagano a cambio de los privilegios que este les concedía. Según Henry Chadwick, "la Iglesia se implicaba cada vez más en importantes decisiones políticas". ¿Qué efecto tuvo en los eclesiásticos esa participación?

La influencia de la política sobre los ministros religiosos
Agustín de Hipona

Agustín de Hipona, influyente teólogo católico del siglo v, fue el principal promotor de la idea de que los ministros religiosos con cargos políticos eran instrumentos divinos. Según él, la Iglesia había de gobernar en todas las naciones para traer la paz a los hombres. Sin embargo, el historiador H. G. Wells escribió: "La historia de Europa desde el siglo v hasta el xv es, en gran parte, la historia del fracaso en la práctica de esta gran idea de un gobierno divino". La cristiandad no logró instaurar la paz en Europa, ni mucho menos en el mundo. El concepto que se tenía del cristianismo perdió credibilidad a los ojos de la sociedad en general. ¿Qué salió mal?
Gran parte de los que afirmaban predicar el cristianismo se involucraron en política con buena intenciones, pero luego se corrompieron, Martín Lutero predicador y traductor de la Biblia, debe su fama a sus esfuerzas por reformar la Iglesia Católica, motivado por el vicio y la corrupción que encontró en ella en una visita que hizo al Vaticano, no obstante, su valiente postura contraria a las doctrina de la Iglesia le granjeó muchas simpatías entre quienes buscaban sublevarse por motivos políticos.

Martín Lutero
Martín Lutero perdió el respeto de un buen número de sus partidarios cuando también comenzó a pronunciarse en cuestiones políticas. En un principio prestó su apoyo a los campesinos que se alzaron contra los nobles opresivos. Más tarde, cuando el alzamiento se tornó muy violento, animó a los nobles a sofocarlo, para lo cual masacraron a miles de in­surrectos. No sorprende que los campesinos lo consideraran un traidor. Lutero también incitó a los nobles a emprender su propia re­vuelta contra el emperador católico. De hecho, los protestantes, como se llegó a conocer a los seguidores de Lutero, fundaron un movimiento político desde el comienza de su rebelión. ¿Qué efecto tuvo el poder en Lutero? Lo corrompió. Pese a que al principio se oponía a la coacción de disidentes religiosos, tiempo después estimuló a sus amigos políticos a que ejecutaran en la hoguera a quienes estaban en contra del bautismo de infantes.
Juan Calvino
Miguel Servet, médico español
¿No es cierto que las organizaciones religiosas dominantes han convertido en una práctica el asociarse con gobernantes para ganar poder y bienes materiales, aunque esto ha resultado en sufrimiento para la gente común? ¿No es cierto también que el clero de más alto rango vive en lujo, aunque a muchos de las personas quienes ellos deberían ministrar quizás estén empobrecidas?
Ser cristiano también abarca más que solo leer la Biblia, orar o entonar cánticos los domingos. Implica actuar tanto a favor de Dios como de las demás personas.
Si la iglesia se mantiene alejada de la influencia política, a los corruptos les es mucho más difícil manipularla, por eso es conveniente para el bienestar de los ciudadanos implantar un estado laico lo más pronto posible.
Los que tengan responsabilidades políticas no deben de tener cargos de responsabilidad en ninguna religión ni influencia y los que tengan responsabilidades religiosas no deben de tener ningún cargo ni influencia en la política. Mandato de Jesús el fundador del cristianismo, (dar al Cesar lo que es del Cesar [gobernantes] y a Dios lo que es de Dios).

El cristianismo no debe de estar del lado de los opresores, fuertes, poderosos y manipuladores sino del lado de los débiles, de los necesitados, de las víctimas, de los oprimidos, de los humildes de corazón…, imitando a su fundador y no servir a dos señores, al agredido y al agresor.

Todo ciudadano tiene el derecho a tener conocimiento político y cristiano, pero esto no quiere decir que siendo dirigentes influyan en las dos cosas a la vez. El dirigente político y el dirigente cristiano se tienen que dedicar cada uno a lo suyo. No se deben de mezclar ambas organizaciones porque tienen distinto funcionamiento, por ejemplo, si a los gobernantes políticos se les permite ponerse títulos, a los cristianos les esta prohibido. Dar al Cesar lo que es del Cesar [Gobernantes] y a Dios lo que es de Dios…

El funcionamiento interno de las organizaciones cristianas es distinto a la de los partidos políticos, los primeros se deben de dirigir por una teocracia y los segundos por democracia, aunque como ciudadanos, la fe y el conocimiento son derechos que a nadie se le pueden impedir.


Gobernantes y religiosos se han puesto del lado de la maldad (1Juan 5:19).
Prohibido a los responsables cristianos ponerse títulos que marquen diferencias (Mateo 23:5-12). 
Hombres con ansias de poder tomaron las riendas de numerosas congregaciones y se otorgaron títulos altisonantes (Hechos 20:29, 30).
Los que quieran ser seguidores de él no pueden ser partícipes de ningún caso de corrupción ni de injusticia (Juan 17:14; Santiago 4:4).
Su reino no es de este mundo (Juan 17:14, 16; 18:36).
No se dejó envolver en una discusión acerca del pago de impuestos y se escapo al monte cuando un movimiento popular lo quisieron hacer rey (Mateo 4:8-10; 22:17- 21; Juan 6:15).